El ahorro es una parte del ingreso que no se destina a gastos y que se guarda para alguna necesidad futura. Idealmente, ahorrar debe ser un esfuerzo que pueda mantenerse en el tiempo, aunque sea con una pequeña cantidad de dinero. Si tenemos la posibilidad de ahorrar, lo mejor es hacerlo en una institución financiera regulada.
El ahorro nos permite enfrentar, total o parcialmente, gastos inesperados que puede generar una emergencia o una necesidad urgente, protegiendo con esto nuestra calidad de vida, lo que implica desarrollar una actitud de autocuidado y preocupación por el “nosotros” del futuro.
El ahorro nos permite cumplir una meta o proyecto, sin tener que recurrir al endeudamiento total o parcialmente. Por ejemplo, nos permite financiar unas vacaciones, estudios, el pie de una casa, un auto, un refrigerador, etc. Todos esos y otros bienes o servicios podríamos adquirirlos, o en una parte al menos, trazando un plan de ahorro que nos permita reunir el dinero que necesitamos para comprarlos, en un plazo determinado.
El ahorro para la pensión nos permitirá contar con recursos para cuando llegue el momento de la jubilación, mediante las cotizaciones obligatorias en una AFP. Además, y para mejorar nuestra pensión, podemos realizar ahorro previsional voluntario a través de un APV, una Cuenta 2 u otros instrumentos que tienen beneficios tributarios, lo que nos permitirá complementar nuestra jubilación.
Se recomienda ahorrar en las instituciones financieras formales, como los bancos, las compañías de seguro, las administradoras generales de fondos, las cajas de compensación, y las cooperativas de ahorro y crédito.
Antes de elegir, es importante informarse acerca las condiciones del instrumento de ahorro que optaremos, los riesgos involucrados y los plazos que serán pactados para la devolución del dinero, más los intereses que hayamos acordado.
Juntar dinero en un chanchito de greda, en un sobre debajo del colchón o en una alcancía, son todas formas de ahorrar que podrían llamarse “informales” ya que no están ahorradas en una institución financiera regulada, y no estamos recibiendo intereses o “ganancias” por ese ahorro.
Este tipo de ahorro informal tiene algunas ventajas: el dinero queda disponible todo el tiempo y para cuando queramos o lo necesitemos, porque lo tenemos a la mano en nuestra casa u otro lugar. Sin embargo, todo esto también puede ser una desventaja, ya que, si no tenemos fuerza de voluntad para evitar sacar nuestros ahorros, o si sufrimos alguna urgencia o desgracia como un incendio o un robo en el lugar donde guardamos esos ahorros, podemos perder nuestro esfuerzo.
En los mercados financieros regulados, donde operan por ejemplo bancos, fondos mutuos, compañías de seguro, las cajas de compensación y otras entidades financieras, existen muchos productos para ahorrar. Incluso algunos de estos permiten operar de forma automática directo desde la cuenta bancaria, vista, o mediante descuentos por planilla. También existen aplicaciones de estas entidades que nos permiten ahorrar y manejar nuestras finanzas. En estas modalidades de ahorro formal, nuestro dinero está más seguro y puede generar intereses, si así se acuerda con la institución financiera. Así que mientras ahorramos por más tiempo, ¡nuestro dinero podría crecer! Infórmate acerca de las entidades financieras reguladas en:
cmfchile.cl
Hoy existen formas modernas que ofrecen las instituciones financieras reguladas, a través
de aplicaciones para descargar, para ahorrar de forma más fácil y rápida.
En la actualidad es posible encontrar productos diseñados para ahorrar de forma
planificada en determinados instrumentos, programando una cierta cantidad mensual
desde nuestra cuenta bancaria que se envíe de forma automática hacia otra institución
financiera que toma nuestro ahorro y lo invierte en un instrumento determinado.
Algunos bancos tienen planes de ahorro que ofrecen “redondear” una compra que
hagamos con una tarjeta y esa diferencia, ahorrarla en una cuenta especial.
En forma complementaria, existen aplicaciones que nos ayudan a ahorrar controlando
nuestros gastos, así como a realizar un presupuesto y determinar una cantidad de ahorro
mes a mes. Otras también nos apoyan para decidir cómo invertir si tenemos ingresos
adicionales.